24/11/2024
Si es que no dan una...
Vuelves a casa después de un largo día, listo para desconectar. Pero al llegar, la cerradura no funciona. Dentro, un tipo que no conoces ha ocupado tu sofá, está viendo la tele y se ha apropiado de tu nevera.
Eso es lo que viven miles de propietarios en España cada año, y ahora nos dicen que todo se arreglará con una nueva ley antiokupas.
La nueva reforma promete agilizar los juicios para los okupas que dan la famosa "patada en la puerta”.
Se acabaron los años de espera para que los propietarios puedan recuperar su casa. Pero hay un pequeño detalle que no te cuentan: rápido no significa inmediato.
Puedes ganar un juicio en 15 días, pero entre papeleo, burocracia y apelaciones, el desalojo puede tardar meses.
Y los inquiokupas , esos jetas con contrato que dejan de pagar, pero no se mueven, no hacen caso.
Para ellos, todo sigue igual.
¿Qué significa esto? Que si un/a jeta se instala en tu piso y decide no pagar porque sabe que el sistema le protege, tú sigues atado de pies y manos.
Cuando los políticos son el verdadero problema
El error que cometieron los políticos al votar esta ley no es solo anecdótico, es un síntoma. Si se equivocan en algo tan importante, ¿qué podemos esperar de sus soluciones? Mientras tú luchas por desokupar a un jeta de tu casa, ellos siguen ocupando sus escaños sin rendir cuentas.
¿Para cuándo una ley para desokupar a los incompetentes? Porque, al final, los únicos que pagan los errores son los propietarios. Los okupas dentro de tu casa, los políticos dentro del Congreso, y tú fuera, esperando que alguien se acuerde de ti.
Lo que esta ley no arregla
La reforma antiokupas no está mal, pero deja fuera los problemas más graves. Los inquiokupas siguen siendo intocables. Y en comunidades como Valencia, donde las modificaciones a la Ley de Arrendamientos Urbanos ya complican alquilar con tranquilidad, el panorama no mejora.
Aquí no se trata solo de leyes. Se trata de tener un sistema que te proteja, que entienda que el propietario no puede ser siempre el malo de la película. Pero claro, eso no queda tan bien en un titular.
Como propietarios, lidiar con estas situaciones es frustrante. Es en estos momentos cuando agradecemos tener soluciones integrales que no solo resuelvan problemas, sino que nos eviten vivirlos desde el principio.
En VIVALTA, conocemos bien estas realidades. Por eso, más allá de confiar en reformas que cojean, diseñamos estrategias que protegen el valor de cada vivienda, gestionamos los procesos y evitamos que caigas en las manos de jetas.
¿Cómo?
Eso no te lo podemos decir por aquí. Pero si quieres o conoces a alguien que le pueda interesar, que contacte con nosotros como mejor le venga.