12/10/2024
Hace unos días recibí un mensaje que, sinceramente, es el pan de cada día en la oficina
Hace unos días recibí un mensaje que, sinceramente, es el pan de cada día en la oficina:
"Hola, estoy intentando alquilar mi vivienda, pero tengo muchas dudas para elegir la persona adecuada porque el seguro rechaza a muchos candidatos. He tenido casi 600 contactos y sigo sin estar seguro de a quién alquilar”.
Y claro, piensas: “¡600 contactos! Este tío lo está petando”.
Pero, no todo es tan bonito como parece.
Porque cuando rascas un poco en la historia, te das cuenta de que aunque tengas muchos contactos lo difícil es elegir al adecuado.
Así que, lejos de estar rentabilizando tu piso, estás al borde del colapso. Y muchas veces no es culpa del potencial inquilino, sino también de cómo el gobierno de turno está gestionando este tema.
El maravilloso mundo del alquiler… en teoría
Parece fácil, ¿verdad?
Compras un piso, lo pones en alquiler, y a sentarse a esperar los ingresos mensuales. En la práctica no es tan sencillo, ya que te encuentras con un teléfono que no deja de sonar a todas horas y gente que, con toda su buena fe, te cuenta las excusas más creativas para justificar por qué su situación laboral es un poco… complicada.
- “Trabajo en B, pero gano mucho, ¿eh?”
- “Mi primo me avala, aunque él tampoco tiene contrato…”
- “Acabo de llegar al país, pero no te preocupes, todo va a salir bien.”
Y tú ahí, con el móvil echando humo, preguntándote en qué momento pensaste que esto sería una buena idea.
Claro, mantener un piso no es gratis. Así que, entre lidiar con todo lo que conlleva el alquiler y los problemas que pueden surgir con inquilinos, muchos propietarios se están planteando vender antes que alquilar.
Gracias, Gobierno, por “facilitarnos” la vida
El gobierno quiere ayudar. O al menos, eso dicen.
Pero la realidad es que, con tantas trabas, cláusulas y normativas, han conseguido que alquilar un piso sea más complicado que entender la factura de la luz. Y no solo eso, sino que mientras la demanda de alquiler crece, la oferta se reduce y los precios se disparan. Valencia, por ejemplo, ha visto cómo el precio del alquiler subía un 77% en cinco años.
¡Una locura!
Los propietarios están entre la espada y la pared: alquilan y se enfrentan a problemas constantes con los inquilinos o deciden vender.
Porque, sinceramente, la idea de gestionar un piso parece cada día más difícil y estresante. Pero hay que pagar impuestos, porque la casa no se mantiene sola.
¿Qué puede hacer un propietario para no volverse loco?
Aquí es donde entra el consejo de amigo no solicitado. Si quieres evitar esa avalancha de llamadas y que ninguna cumpla los requisitos, lo primero que debes hacer es poner el piso en buenas condiciones. Parece una obviedad, pero hay pisos que asustan más que una película de terror.
Un baño limpio y un buen repaso en la cocina ya marcan la diferencia.
Luego está el tema del precio. Sabemos que tu piso es especial (todos lo son), pero si no ajustas el precio a la realidad del mercado, vas a sufrir.
Y no te engañes, si no lo haces bien desde el principio, esa avalancha de contactos van a ser solo el comienzo de tu pesadilla.
¿Por qué no dejarlo en manos de profesionales?
Si todo esto te suena a demasiados dolores de cabeza, quizás es hora de que te replantees la estrategia. Aquí es donde entra Vivalta Inmobiliaria por la alfombra roja.
Nos encargamos de todo: seleccionamos al inquilino perfecto, gestionamos todos los trámites y te aseguramos una renta fija cada mes. Así puedes dormir tranquilo y olvidarte de los quebraderos de cabeza.
Ah, y por si lo dudas: sí, el seguro de impago es más que recomendable. Porque, en un mundo donde ni Perry pasa los filtros del seguro, saber que te cubren si algo sale mal es casi un lujo.
¿Y si encima te gestionamos todo el proceso? Pues mejor que mejor.
Así que, querido propietario, si no quieres terminar llamando a Desokupa o viviendo pegado al teléfono, dale una vuelta a lo de delegar.
Tu piso no tiene por qué ser una tortura. Y si necesitas una mano amiga para evitar todos estos problemas, ya sabes dónde encontrarnos 😉